viernes, 5 de marzo de 2010

SAN ROMÁN DE HORNIJA

Querido Carlos;

Regresaste a Madrid sin conseguir visitar San Román de Hornija. Para mí, esta frustración ha sido un desafío que me ha impulsado a estudiar (incluso en el “Sancta Sanctorum” de la biblioteca de Santa Cruz), el misterio de este pueblecito de Valladolid.

He viajado en solitario, para visitar esa misteriosa iglesia de San Román. Detuve mi automóvil frente al cobertizo de la casucha, contigua a la iglesia, que fue Priorato de los Benedictinos.
El espectáculo era desolador, las vigas y las tejas rotas se apoyaban sobre unos capiteles y columnas de mármol Romanas, Visigóticas y Mozárabes.
¡Qué lástima que no estuviese a mi lado San Eugenio de Toledo para haber hecho una elegía llena de amor a la vida y de pánico a la muerte, como el EPITAFIO que dedicó a RECIBERGA, esposa del anciano CHINDASVINTO. Me dije: es mejor que Carlos no haya visto esto

Pero dejemos los sentimientos y hablemos de historia. San ROMÁN fue un monje que impuso (hacia el 530) el hábito monástico a San Benito de MONTECASINO, fundador de la orden de San Benito. Ya tenemos la primera parte del nombre.
Y ahora, vamos con Hornija. En los documentos antiguos, se escribía HORNISGA. El significado de esta extraña palabra me lo ha suministrado involuntariamente un anciano de Peñaflor (de Hornija), quien me dijo que de joven, recogía hornisga del arroyo para alimentar el Horno de su casa. Esta hornisga era una mezcla de juncos, varillas y ramas menudas que se multiplican a la vera de los arroyos. Como dice Pidal, del latino “FASCIA” se deriva el castellano FAJA. De igual modo que, del HORNISCA arcaico se deriva el actual HORNIJA. Vemos que el nombre era familiar para un visigodo latino-parlante.

Vayamos con lo importante:
Intentaré resumir el embrollo que tienen y escriben los historiadores en relación con CHINDASVINTO, RECIBERGA y SAN ROMÁN DE HORNIJA.

La catedrático ARA GIL de la Universidad de Valladolid dice textualmente hablando de esta localidad (San Román): “las fuentes Isidorianas dicen que Chindasvinto y su esposa Reciberga fueron enterrados en el Monasterio de esta localidad, fundado por San Fructuoso. Según Gómez Moreno el Monasterio hubo de ser reedificado a mediados del siglo X”.
ACLARACIONES:
1º) No son las fuentes ISIDORIANAS, sino de San ILDEFONSIANAS.
2º) Esas fuentes solo dicen que fue enterrado CHINDASVINTO (no Reciberga).
3º) El Monasterio de San Román NO FUE fundado por SAN FRUCTUOSO.
4º) Gómez Moreno NO DICE que los restos más antiguos son mozárabes, sino GODOS y ROMANOS.
Vayamos ahora con otro catedrático, JOSÉ MARÍA SOLANA .
Este Catedrático de historia antigua, de la Universidad Vallisoletana, publicó que RECIBERGA no era la esposa de CHINDASVINTO, sino de RESCESVINTO.
Esta afirmación de hombre de tanta autoridad, es un torpedo contra las tradiciones de San Román de Hornija y contra el bello epitafio dedicado a Reciberga por su amado Chindasvinto.
Pero no solo golpea las tradiciones; también va contra la historia documentada, como más tarde veremos. Sorprendido y contrariado por esta opinión, visité hace unos días al Señor Solana y le pregunté en qué fundaba su afirmación. Me respondió que su teoría se fundamentaba en el libro del historiador JOSÉ ORLANDIS, “España Visigótica”. Yo le mostré el documento de la Catedral de Astorga, de 18 del 10 de 646, que dice textualmente: “Ego Chindasvinthus rex et Reciberga Regina…
El señor Solana se quedó perplejo. Era evidente que desconocía este documento. Pero, posteriormente leí a ORLANDIS y comprobé que también ignoraba el documento de Astorga.

Pero todos los historiadores que se han referido a San Román de Hornija (Morales, Ortega Rubio, y, sobre todo, el concienzudo Gómez Moreno), muestran su desconcierto: “Hay un conflicto entre el dato de la fundación del monasterio por Chindasvinto y los despojos hoy existentes” (“Iglesias Mozárabes” de Gómez Moreno)

A la vista de tantos enigmas, SFINGOS intentará esclarecer la historia de Reciberga, Chindasvinto y San Román.

Empecemos por lo más bello:

En la pared de la actual Iglesia de San Román, cuelga un mármol negro con un epitafio dedicado por el octogenario Rey Chindasvinto a su joven esposa Reciberga, que traducido al pié de la letra dice:

SI SE PUDIESE EVITAR LA MUERTE DANDO JOYAS Y ORO
NINGÚN MAL PODRÍA ACABAR CON LA VIDA DE LOS REYES.

PERO, COMO LA SUERTE GOLPEA POR IGUAL A TODOS LOS MORTALES,
NI EL DINERO SALVA A LOS REYES, NI EL LLANTO A LOS POBRES.

DESDE AQUÍ, ESPOSA, PORQUE NO PUDE VENCER AL DESTINO,
CONCLUIDO TU FUNERAL, TE ENCOMIENDO A LA PROTECCIÓN DE LOS SANTOS,

PARA QUE, CUANDO EL FUEGO VORAZ VENGA A ABRASAR LA TIERRA,
RESURJAS UNIDA A ELLOS.

Y AHORA, AMADA MIA RECIBERGA, ADIOS!
MIENTRAS PREPARA EL FÉRETRO TÚ AMADO REY CHINDASVINTO.

SOLO ME RESTA EVOCAR BREVEMENTE EL NÚMERO DE AÑOS
QUE DURARON TU VIDA Y NUESTRA UNIÓN:
EL LAZO DE NUESTRO MATRIMONIO DURÓ APENAS SIETE AÑOS,
Y TU VIDA, VEINTIDOS AÑOS Y OCHO MESES
.”

Este verso sobrecogedor, también figura en el archivo Toledano. Pero lo sorprendente es que en este archivo figura el nombre de Rescenvinthus, sustituyendo a Chindasvinthus. En este documento Toledano se fundamentó JOSÉ ORLANDIS y de rebote SOLANA.

Pero en la Catedral de Astorga, hay un documento del año 646, que dice textualmente: “Ego Chindasvinthus rex et Reciberga Regina donamus ad Monasterium Complutum…” (“Yo Cindasvinto Rey y Reciberga Reina, damos al Monasterio de Compludo…”

Pero hay más: LORENZANA, el comentarista del archivo Toledano y de este verso de Chindasvinto, dice que “hay un texto más antiguo de este verso en la biblioteca de San Victoris Parisiense, y en esta versión más antigua figura Chindasvinto”. Y califica de falaz al copista que puso el nombre de Recesvinto en el verso.
Estos dos documentos dan la razón a la tradición. No es extraño que un clérigo copista toledano, eliminase del verso existente en la catedral de Toledo, el nombre de odiado rey Chindasvinto “que demolió a los Godos durante seis años” y arrebató sus vidas y propiedades a doscientos primates y a quinientos mediocres.

Respecto a si Chindasvinto fue enterrado o no en San Román de Hornija, citemos a la Continuación de la historia de los Reyes Godos, de San Ildefonso:
Chindesvinthus… extra Toletum pace obiit, in monasterio que Scti. Romani de Hornisga, secus fluvium durii, quod ipse a fundamento aedificavit, intur ecclesian ipsam in cornuto per quator partes, monumento magno sepultum fuit”.
Traducción: “Chindasvinto fuera de Toledo murió en paz, en el Monasterio de San Román de Hornija, junto al Duero, que él mismo edificó desde sus fundamentos; Fue sepultado dentro de la propia iglesia, en un gran monumento con cuernos en las cuatro esquinas”.
El dato concreto de las cuatro esquinas “cornutas” dota de veracidad esta frase, e incluso, podemos aventurar que el autor fue un testigo presencial.

¿QUIÉN Y CÓMO ERA CHINDASVINTO?
En primer lugar, era un visigodo. Pero los historiadores españoles no definen quienes eran los visigodos. En la mente de todo español, bulle la idea de que los visigodos eran originarios de Alemania. Pero no es eso lo que dice un historiador visigodo del siglo VI, llamado JUVENCIO. Este dice que procedían de la península Escandinava. En Suecia hay una isla que se llama GOTLAND. En esa isla hay también una ciudad llamada JERTE (recordemos Jerte, donde murió Rescenvinto).

La segunda invasión en España de estos hombres, se produjo hacia el año 850 que invadieron Galicia y Sevilla. Esta segunda vez venían con el nombre de NORMANDOS.
Vemos que esta raza era feroz y luchadora. Pues Chindasvinto fue un exponente señero de esta raza: ya hemos dicho que durante seis años de su reinado DEMOLIÓ a los godos.

Pero traduzcamos el epitafio que SAN EUGENIO de Toledo le dedica.

LLORADME TODOS, CUANTOS CONTIENE EL ORBE DE LA TIERRA.
ASÍ VUESTRAS DESHONRAS SE LAVARÁN CON VUESTRAS PROPIASS AGUAS.
ASÍ CRISTO CLEMENTE PERDONE VUESTRAS DEUDAS.
ASÍ APARECERÁ LA FÚLGIDA PUERTA DEL ALTO CIELO.

DEJA CAER EL LLANTO FÚNEBRE CON EL PECHO ANGUSTIADO
Y SE HAGA UNA PIADOSA AFLICCIÓN LLORANDO JUNTOS.
SUSPIRAD CON DIOS, EMITID UN TRISTE GEMIDO
Y POR MI, MÍSERO, DECID: TE RUEGO LE PERDONES.

YO CHINDASVINTO AMIGO SIEMPRE DE DELITOS.
YO CHINDASVINTO PERPETRADOR DE CRÍMENES,
IMPÍO, OBSCENO, OPROBIOSO, INDECENTE, INJUSTO,
NUNCA DESEANDO LO MEJOR Y DEFENDIENDO TODO LO PEOR.

CUANTO HACE EL QUE DESEA EL MAL Y BUSCA LA MALDAD,
PERO QUE ÉL FUI, TODO LO COMETÍ.
NO EXISTIÓ CULPA QUE NO DESEASE COMETER.
FUI EL PRIMERO Y EL MAYOR EN VICIOS.

AQUÍ TRANSFORME EN CENIZAS EL CETRO REAL QUE LLEVÉ.
EL MANTO PÚRPURA DEL QUE ME DESPOJÉ, YA LE CUBRE LA TIERRA.
AHORA NO ME HALAGAN LOS ROJOS MANTOS REALES,
NI LAS VERDES GEMAS, NI LAS BRILLANTES DIADEMAS,
NI LA PLATA, NI EL ORO FULGENTE ME SIRVEN DE NADA.

ME DAÑAN LAS PEANAS PALACIEGAS Y NO ME AGRADA EL TESORO,
PUES TODA GLORIA ES UN ENGAÑO DE LA VIDA DE BARRO
Y CUANDO EL ALIENTO SE EXTINGUE, AL INSTANTE PERECE LIQUIDADA.
MUY DICHOSO ES EL QUE FELIZ CON EL SERVICIO DE CRISTO
ABORRECE LOS FRÁGILES PODERES TERRENALES
.

¿Cómo es posible que San Eugenio, nombrado Arzobispo de Toledo por Chindasvinto, que lo trajo de Zaragoza, contra la opinión general, haya podido escribir esta demoledora biografía de su protector? La única respuesta es que la hostilidad generalizada que se produjo a la muerte de Chindasvinto le impulsase a ello. Su propio hijo Rescesvinto, convocó inmediatamente un concilio para dulcificar las leyes crueles que su padre imponía a los discrepantes (incluidos los clérigos).

Opinamos que el epitafio a Reciberga, también es obra de San Eugenio. Aunque dicen algunos autores que Chindasvinto era amante de la cultura, e incluso que hacia versos, no le creemos capaz de escribir esta joya poética. En primer lugar, porque el autor de ella conocía de memoria la oda de Horacio: “Pálida mors aequo pulsat pede tabernas pauperum regumque turres” (La pálida muerte golpea con el mismo pié las chozas de los pobres que los palacios de los reyes). Es difícil pensar que el dinámico Chindasvinto almacenase tanta cultura.

En segundo lugar, el agudo Menéndez Pelayo dice de San Eugenio: que “era amante de los pormenores realistas”. Como hemos podido comprobar por el epitafio de Chindasvinto, los pormenores son de un realismo estremecedor.

Es imposible para un hombre del año 2010 entrar en la mente de un Chindasvinto, capaz de ternura hacia Reciberga, con la que se esposo casi octogenario, teniendo ella 15 años y ocho meses. Esta ternura era compatible con haber tonsurado a su predecesor TULGA, quien al dejar de ser “capilludo”, tuvo que abandonar el trono, como buen godo. Y era compatible también con las innumerables atrocidades que enumera el epitafio.

Esta raza de los godos, creadora de los cantares de gesta (como demuestra Pidal), era capaz de las mayores hazañas y de las mayores crueldades: Como Teodisclo “Público prostituidor de las esposas de los nobles y asesinado por estos en Sevilla, en pleno banquete”.

Pues este gran hombre, a petición de San Braulio, asocia a su trono a su hijo Rescesvinto, “que está en edad de dirigir las batallas”.
Lo que si se le reconoce, es que impuso el orden con el terror. Y, deseando morir en paz se dirigió a san Román de Hornija; Una granja de su propiedad a orillas del Duero, en cuyo Monasterio edificado por él, es probable que yaciese su amada niña Reciberga.

DESHACIENDO EMBROLLOS

Tanto el gran Gómez-Moreno, como Solana, Ara Gil, Morales, etc., etc.…, analizando los restos hoy existentes en San Román, nos transmiten un montón de incógnitas: Que los capiteles son mozárabes, pero les hay romanos…, Por ejemplo, Gómez-Moreno estima que el Monasterio se ejecutó hacia el año 930.
A todos ellos les ha faltado un dato de gran importancia.
Ninguno alude a la cuarenta y cinco ALGAZÚA (campaña) de ALMANZOR que según escribe LUIS MOLINA en “LA ANÓNIMA DE AL-ANDALUS”: “La cuadragésimo quinta, la de San Román, en la que realizó una gran matanza y obtuvo muchos cautivos”. Luis Molina, del Instituto Miguel Asín no dude que este San Román es el de Hornija. Este rayo de luz, ilumina el panorama:
Chindasvinto construye el monasterio de San Román hacia el año 646, (probado por la “continuatio” de San Isidoro.
Los árabes probablemente le saquearon antes del año 856 (en que se repuebla por segunda vez León, por los cristianos).
Desde el año 856 hasta la aparición de ALMANZOR, monjes mozárabes, aprovechando los éxitos de Alfonso III y otros y reconstruye el monasterio de Chindasvinto. Posiblemente, como dice Gómez-Moreno, en el año 930. Ya, el 1 de Diciembre del 959, aparece firmando un documento “Vigila abba in sancto Romano
Almanzor, se dedica a ampliar la Mezquita de Córdoba el año 991 y termina en septiembre del año 994. En la mezquita cordobesa había 1409 columnas con capiteles. Era “la mayor mezquita del mundo Islámico”. Es precisamente, entre los años 991 y 994 en que situamos la Algazúa 46 de Almanzor ¿Cuántos capiteles y columnas marmoleas se llevaría consigo este azote de los cristianos? A partir de este saqueo, permanecieron entre las ruinas del monasterio de Chindasvinto unas cuantas columnas sin capiteles de todas las épocas anteriores. Estos restos son los que han sembrado el desconcierto entre nuestros historiadores.

EL ETERNO SAQUEO DE SAN ROMÁN.
Los saqueos de San Román, debieron comenzar con ABDERRAMÁN II, que en el año 826 llega hasta el valle de Mena (1er saqueo). Posteriormente hubo un periodo de expansión del reino Astur. Entre el año 850 y el año 950, aproximadamente, se produce la riada de mozárabes (cristianos que huyen de Córdoba) que fundan los monasterios de San Cebrián, San Miguel de Escalada, Sahagún, San Román de Hornija, etc.
En el año 930 aproximadamente, estos mozárabes reconstruyen el monasterio de San Román. Entre el año 991 y el año 994, Almanzor, destruye y saquea el monasterio de San Román.

Desde la muerte de Almanzor en el año 1.002, hasta a la desamortización de Mendizabal (1.886), el monasterio llevó una vida tranquila, regido por los Benedictinos que en número aproximado de 6, vivían en la casita contigua a la Iglesia, hoy existente con cinco espléndidas columnas y capiteles que soportan unas vigas ruinosas de madera.
Hay capiteles y columnas de San Román en la Iglesia de Santo Tomás de Toro, en la parroquia de Morales del Vino, en el molino existente en San Román,…

El museo del Prado en Madrid, compró por 20.000 pesetas el retablo de la Iglesia de San Román. Otro retablo ha ido a parar a la Iglesia de la Huerta de Rey de Valladolid.
Y por último, el alcalde de San Román, para pavimentar sus calles, ha vendido a unos particulares, la casita del monasterio con sus cinco columnas y capiteles, mozárabes, romanos y visigodos.

¡Pobre Chindasvinto! ¡Pobre Reciberga! El sarcófago de piedra que hoy nos muestran en la iglesia, más parece un abrevadero que ese “Monumento con cuernos en sus cuatro esquinas”, que nos dice la historia…

¿Algún Organismo se encargará de impedir la total desaparición de esta historia que parece una leyenda?

1 comentario:

  1. Gracias por vuestra exposición. He disfrutado con un relato que al mismo tiempo es semblanza humana y denuncia, y que rebosa poesía y didactismo, valores bastante escasos en estos tiempos de barbarie.

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